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B ASES TEÓRICAS

3. Lingüística diacrónica

3.3. El cambio semántico

Teniendo en cuenta el papel fundamental que tiene la semántica para todo el lenguaje —sirva de ejemplo de ello la siguiente cita de Anttila (1989:

133): ―[t]he very reason for language is semantic, that is, communication or the carrying of messages‖— el cambio semántico necesariamente constituye una parte sumamente importante del cambio lingüístico. Como señalan Traugott & Dasher (2002: 25, siguiendo a Geeraerts 1997), el estudio del cambio semántico puede enfocarse desde tres perspectivas diferentes, una semasiológica, otra onomasiológica y, finalmente, una más general que supone, en realidad, una combinación de las dos anteriores:

a) Análisis semasiológico

¿Qué cambios semánticos pueden identificarse con respecto a un elemento léxico (L) determinado?

b) Análisis onomasiológico

Partiendo de un concepto (C), ¿qué elementos léxicos pueden usarse para expresarlo?

c) Pautas de cambio

Partiendo del concepto C, ¿qué pautas de cambio pueden observarse entre C y otros Cs?

Como es natural, en un estudio que versa sobre la preposición de, el acercamiento será necesariamente de tipo semasiológico. Sin embargo, es bien sabido que de a veces alterna con otras preposiciones, situación en la cual sería posible asimismo acercarse a determinados usos de de desde una perspectiva onomasiológica. En lo que resta de este apartado, sin embargo, nos detendremos brevemente en intentar dar cuenta del cambio semántico en un plano más general, es decir, del tipo de procesos mediante los que se realiza típicamente el cambio semántico.

Anttila (1989), siguiendo el análisis de Ullmann (1970), establece cuatro tipos principales de cambio semántico, los cuales se sitúan en torno a dos ejes, a saber, la similitud y la contigüidad. Relacionando estos dos ejemplos con los dos acercamientos posibles al estudio semántico, forma y significado, Anttila (1989: 142) presenta el siguiente cuadro donde reúne cuatro mecanismos de cambio:

Similitud

(iconicidad) Contigüidad (indexicalidad)

Significado metáfora metonimia

Forma etimología popular elipsis

Tabla 4. Cuatro mecanismos del cambio semántico (Anttila 1989: 142).

De estos cuatro mecanismos, son claramente menos importantes la etimología popular y la elipsis, es decir, aquellos casos donde la similitud y la contigüidad se realizan con respecto a la forma léxica. En relación con la

etimología popular, pueden mencionarse casos como el sustantivo pasamano que, al parecer, deriva del sustantivo francés passement > esp. pasamán, forma que sería reanalizada popularmente como consistiendo en dos unidades pasar y mano. Este reanálisis gramatical explica su aplicación a referentes al menos parcialmente diferentes de los originales. Un caso conocido de cambio semántico por elipsis es la expresión de la negación en francés, donde las estructuras ne... pas, ne... rien, etc. derivan de estructuras donde el adverbio negativo ne era reforzado por expresiones nominales, ne passus ‗ni un paso‘, ne rem ‗ni una cosa‘. Cuando se pierde la conexión con la situación comunicativa original (donde el énfasis era motivado), el rasgo de negación pasa a la toda la secuencia. Después de esto, en la lengua coloquial contemporánea la omisión de ne es frecuente ya que pas por sí solo es suficiente para marcar la negación (cf. Anttila 1989: 138). Una historia parecida existe detrás de los pronombres nadie y nada del español, que derivan de las colocaciones HOMINE NATU y REM NATA, respectivamente, que, en combinación con NON significaba ‗nadie/nada en absoluto‘. Al perderse los sustantivos HOMINE y REM,quedaron las formas nada y nado, forma esta que posteriormente se transformó en nadie (cf. Penny 1993: 273).

Más importantes desde una perspectiva global del cambio semántico son los procesos metafóricos y metonímicos que se relacionan directamente con el nivel del significado. Según Nerlich & Clarke (1992, citados por Traugott & Dasher 2002: 27), los cambios metafóricos y metonímicos salen de la importancia para el hablante de ser innovador y, al mismo tiempo, comprendido en el acto comunicativo. Esto puede hacerse usando palabras de manera innovadora pero con un significado evidente: a) usando palabras para referirse a las palabras vecinas de las cosas a las que uno quiere hacer referencia (metonimia) o, b) usando palabras que designan algo que ―parece‖

semejante a lo que uno quiere decir (metáfora).

Como observamos anteriormente, la metáfora (en el sentido que se le consigna dentro de los márgenes de la Lingüística Cognitiva) funciona sobre la base de una semejanza entre dos dominios de significado; este parece ser el motivo por el que Anttila (1989: 141) considera que la metáfora es un tipo importante de analogía. Basándose en la teoría de las metáforas conceptuales, Santos & Espinosa (1996: 20) señalan que también ―el cambio semántico tiende a ser unidireccional [...] básicamente de lo concreto a lo abstracto‖32. Un buen ejemplo de ello nos lo propone el verbo pensar (cf. Corbella 1986), que

32 El parentesco con la tendencia unidireccional del cambio gramatical estudiado dentro de los límites de la teoría de la gramaticalización no es fortuito. En realidad, la gramaticalización supone un punto intermedio entre cambio gramatical y cambio semántico, pues ambos aspectos están intrínsicamente involucrados en la evolución de una forma gramatical a partir de una unidad léxica concreta. Así, por ejemplo, Bybee & Pagliuca (1985: 59) sostienen que ―semantic change leads to the development of grammatical meaning‖.

originalmente hacía referencia a un acto concreto ―pesar‖, de donde pasó al dominio abstracto del pensamiento. Como señala Corbella (1986: 88):

el campo semántico ‗pensar‘ del español medieval [...] se veía reducido, en esa época, a cuatro términos, de los que tres tienen su origen en verbos latinos que indicaban medida: pensar < pensare, ‗pesar‘; asmar < ad-aestimare, ‗fijar el precio un tasador‘, y comedir < cum y metiri, ‗medir‘; a ellos se añade cuidar, del latín cogitare, propiamente ‗pensar‘.

Otros ejemplos conocidos de cambios semánticos metafóricos son, por ejemplo, la aparición de significados temporales en términos originalmente espaciales como antes < ANTE ‗delante de‘ (cf. Santos & Espinosa 1996: 17)33; los casos de cambios de modalidad deóntica a epistémica en verbos como el inglés must o el español deber (Sweetser 1990: cap. 3; y Martínez Díez 2010, respectivamente; cf. Traugott & Dasher 2002: 2); y, finalmente, los cambios experimentados por los verbos de movimiento que en muchas lenguas desarrollan funciones gramaticales como las de marcas de tiempo futuro (cf.

Bybee et al. 1994).

En todos estos casos, hay que recordar que lo que ocurre en el cambio semántico es que se crea un estado de polisemia, en el sentido de que donde antes había un solo significado, ahora hay dos (cf. Bartsch 2000). Como revela la propia historia de los ejemplos que acabamos de presentar, solo con el paso del tiempo se determinará si el nuevo significado triunfa o no y si acaba desplazando el significado antiguo (caso de pensar) o si este sobrevive al lado del nuevo (caso de must y deber con valor deóntico e ir con valor de movimiento).

La metonimia, por su parte, aunque tradicionalmente considerada menos importante que la metáfora, últimamente ha sido reconsiderada como un fenómeno acaso más fundamental que esta (cf. Barcelona 2000). En términos de Traugott & Dasher (2002: 29):

construed as a conceptual mechanism by which invited inferences in the associative, continuous stream of speech/writing come to be semanticized over time, metonymization provides as rich an explanation as metaphorization for semantic change, and in many cases a richer one.

Ya que estos autores están adelantando una teoría del cambio semántico en términos de inferencias invitadas (invited inferences), le adscriben un papel importante al proceso metonímico que, según ellos (2002: 29) ―arises out of implicatures that are regularly associated with linguistic material in syntagmatic space‖. Es decir, para Traugott & Dasher (2002), las asociaciones inferenciales (pragmáticas) que se intuyen entre distintos elementos presentes en un mismo contexto lingüístico concreto pueden llegar a hacerse

33 Curiosamente, con el paso del tiempo, las preposiciones latinas ante, bajo y so todas adquieren significados abstractos y, en consecuencia, pierden sus sugnificados concretos, los cuales serán expresados por expresiones complejas, delante de, debajo de.

significativos (semantizarse) si acaban generalizándose en la comunidad de habla.

En otras palabras:

The prime objective of IITSC (Invited Inferencing Theory of Semantic Change) is to account for the conventionalizing of pragmatic meaning and their reanalysis as semantic meanings. [...] Historically there is a path from coded meaings to utterance-token meanings (IINs [Invited Inference]) to utterance-type, pragmatically polysemous meanings (GIINs [Generalized Invited Inference]) to new semantically polysemous (coded) meanings.

(Traugott & Dasher 2002: 35)

Como ejemplo de este proceso de cambio, Traugott & Dasher (2002:

36-38) presentan la evolución de la expresión as/so long as ‗tan largo como‘ que empieza con un valor espacial (comparativo) del que se deriva, ya muy temprano, un significado temporal ‗por todo el tiempo [el tiempo puede describirse como largo] que‘. La interpretación temporal, por su parte, puede presentar —en el contexto apropiado— matices adicionales de condicionalidad, algo parecido a ‗provided that‘. Con el paso del tiempo la interpretación condicional se hace más patente, mientras que la interpretación temporal pierde importancia: cuando as long as significa ya claramente

‗mientras/siempre que = si‘ podemos considerar que se trata ya de una inferencia invitada generalizada (GIIN). Procesos caracterizables en estos mismos términos pueden identificarse también con respecto al español, como indican los términos con los que hemos traducido la expresión inglesa: a la expresión siempre que, por ejemplo, le falta el origen espacial, pero para la evolución de conjunción temporal a condicional parece posible postular un camino relativamente semejante al de as long as.

Un factor adicional que influye en el cambio semántico, más específicamente, en las inferencias pragmáticas del nivel del discurso, es la subjetivización (cf. Langacker 1990). Con este término se suele hacer referencia a la capacidad y tendencia de parte del hablante a introducir puntos de vista subjetivos en el uso concreto de la lengua. Como constatan Traugott

& Dasher (2002: 30)

subjectification is the semasiological process whereby SP/Ws [el

hablante/escritor] come over time to develop meanings for Ls [lexemas] that encode or externalize their perspectives and attitudes as constrained by the communicative world of the speech event, rather than the so-called ―real-world‖.

Un ejemplo clásico, pero muy llamativo de un cambio subjetivo lo encontramos en la evolución del valor de futuro de verbos de movimiento, como es el caso del verbo ir o de aller del francés. Así, si se toma como punto de partida una frase como (11), es evidente que presenta dos interpretaciones distintas.

(11) Ella va a cerrar la puerta. (Langacker 2002: 330)

Por un lado, existe la interpretación literal, es decir, estamos ante una situación en la que el sujeto se mueve físicamente hacia la puerta, con la intención de cerrarla. Por otro lado, tenemos la interpretación gramaticalizada, es decir, donde el sujeto en cuestión cerrará la puerta en un tiempo venidero.

Lo importante es que, en esta segunda interpretación, no se encuentra ningún movimiento explícito. Según Langacker (2002: 330-332), la posibilidad de la segunda interpretación se debe a la conceptualización subjetiva de la acción indicada por el verbo. Es decir, el sujeto no realiza ningún movimiento a través del espacio, sino el que realiza un movimiento subjetivo a través del tiempo es el que conceptualiza la acción. El punto de final de este movimiento abstracto es a realización, situada en el futuro, de la acción de cerrar.

Como hemos visto hasta este punto, pues, en una forma u otra el cambio semántico subyace a una parte considerable del cambio lingüístico, exceptuando los cambios de forma (fonológicos y morfológicos) más específicos. Por otro lado, algunas de las ideas presentadas en este capítulo serán elaboradas en el siguiente, donde nos concentraremos en el análisis de las preposiciones, pues en estos elementos pueden observarse de manera muy clara varios de los casos de cambio semántico, gramatical e incluso formal que acabamos de repasar. Además, aunque solo lo hemos mencionado aquí muy por encima, la polisemia, consecuencia inevitable del cambio semántico, es una característica fundamental de todo el sistema prepositivo (tanto sincrónica como diacrónicamente), motivo por el cual tendremos ocasión de verlo con más detalle en el capítulo siguiente.