• Ei tuloksia

El segundo subgrupo de los complementos de cualidad incluye los casos tienen como núcleo un sustantivo inanimado, típicamente una cosa.

Estos constituyen el 23 por ciento (192/841) de esta categoría, y dejan agruparse según su mayor o menor adherencia al prototipo local. Tenemos, pues, en primer lugar, características concretas (ejemplos (396) a (401)) y/o inherentes de las cosas (ejemplos (402) a (414)), que continúan directamente los complementos de persona. En segundo lugar, aparecen dos grupos pequeños cuya clasificación supone ciertas dificultades, a saber, cualidades que corresponden a los seres humanos y algunos ejemplos que consideramos casos límite entre este subgrupo y el de los complementos de clase.

Características inherentes y concretas de las cosas

(396) Al otro lado de los cristales estaba el patio, de altos muros de ladrillo (24, Conserje)

(397) puerta levantada en arco, de unas vergas menudas, que siempre estaban sin llave (Desengaños)

(398) De la cual compré un jubón de fustán viejo y un sayo raído de manga tranzada y puerta (Lazarillo, 6)

(399) Ay huevo mío, de la meajuela redonda, de la cáscara tan gruesa (Corbacho, II-1)

(400) cuchillo de dos tajos (Corbacho, II-6)

(401) ¡aquél es Garduña con su sombrero de tres picos y sus patas de alambre! (Sombrero, 16)

Características de cosas

(402) De modo que ésta es una cadena de infinitos eslabones (Teatro, Astrología §2)

(403) Llevaba una bata verde claro y un gorro del mismo color; (24, Conserje)

(404) Suenan las nueve y media en el viejo reló de breves numeritos (Colmena, 1)

(405) Era una casa de gente pobre, con tres plantas de varias viviendas cada una (24, Niño)

(406) Nomne tan adonado e de vertut atanta, (Milagros)

(407) Pavía, cibdat de grand facienda, yaze en Lombardía, (Milagros) (408) Verná Dios a Jüizio aquel día de espanto, tan grande e tan fuerte

e de tan grant quebranto (Rimado, Misericordia)

(409) dándole a ella algunas fingidas respuestas, unas de disgusto y otras al contrario (Desengaños)

(410) oyó una gritería, una confusión y una algarabía de todos los diantres (Campazas, 6)

(411) periódicos de provincias que ponen de manifiesto los tesoros de candidez ingenua y de simplicidad palomina que todavía se conservan en nuestro pueblo. (Niebla, Pról.)

(412) Hay quien pone al silencio un ademán soñador, de imprecisa recordación (Colmena, 1)

(413) no debe creer en aquellos que con maestrías y con sotilezas de engaño hablan (Zifar)

(414) Bien casariemos con sus fijas pora huebos de pro: (Cid) Cualidades propias de seres humanos

(415) huerta de verdura y hortaliza, que es cosa de frailes y gente ordinaria. (Campazas, 5)

(416) señorita Elvira, de cuando en cuando, tiene gestos de verdadera princesa (Colmena, 1)

(417) es un muchacho joven, con cierto aire deportivo de moderno hombre de negocios (Colmena, 2)

(418) Es que tiene cosas de niña pequeña. (24, Niña)

(419) hablo intra suos limites, en su línea de maestro de niños (Campazas, 7)

(422) le da un pitillo de noventa. (Colmena, 1)

Entre los ejemplos en que se expresan cualidades inherentes de las cosas, destaca el hecho de que estas cualidades muchas veces puedan considerarse una parte constituyente del sustantivo núcleo: así, los muros, vergas, meajuelas y picos, etc. forman parte de los núcleos patio, puerta, hueco y sombrero, respectivamente, con lo cual en estos ejemplos lo que hace el complemento es especificar claramente el tipo de núcleo de que se trata. De manera parecida lo hacen los complementos del segundo subgrupo, si bien con la diferencia de que las cualidades que se les adscriben a los núcleos no les

son inherentes sino claramente alienables. Observamos cómo los núcleos denotan objetos tanto concretos (ejemplos (396) a (405)) como abstractos (ejemplos (406) a (412)), mientras que las cualidades que les son adscritas son generalmente de carácter figurado.

Cabe detenerse, además, en los ejemplos (413) y (414), que se caracterizan por llevar como complemento dos sustantivos escuetos. Ambos complementos, sin embargo, tienen un obvio carácter adjetival, y, en el caso del ejemplo (414), aparece otra vez como complemento el sustantivo pro, que podemos interpretar como una alternativa medieval al bien actual (cf. los ejemplos (377) y (385) arriba).

El grupo de las cualidades de seres humanos constituye un interesante caso intermedio entre los complementos de cualidad y la relación posesiva. En el apartado de la relación posesiva prototípica, presentamos algunos ejemplos como tierra de moros (ejemplo (77)), donde el elemento poseedor aparece en forma indeterminada y con referencia genérica. A este poseedor le corresponde un elemento poseído concreto, lo que motivó que esos ejemplos se incluyesen entre los ejemplos prototípicos a pesar de sus características especiales. En los ejemplos (415) a (419), en cambio, los núcleos son sustantivos abstractos, lo que, junto con la aparición de los adjetivos en los complementos, refuerza el carácter adjetival del complemento. A pesar del obvio carácter adjetival, sin embargo, se hace sentir la idea de pertenencia del núcleo al ámbito genérico del complemento: es decir, en el ejemplo (416) se trata de gestos que les son propios a las verdaderas princesas. Una vez más, pues, se manifiesta el carácter siempre ambiguo, pero tan familiar de las relaciones que establece de entre dos sustantivos.

Son interesantes, por complicados, los ejemplos (420) a (422), pues aunque intuitivamente nos parece que pertenecen al grupo de los complementos adjetivales, formalmente no corresponden a los ejemplos de este tipo. En (420) se trata de dos expresiones fijadas, de más/de menos, respectivamente, en la primera de las cuales la combinación de de con el adverbio más adquiere el significado de un adjetivo, algo como ‗extra, adicional‘. A pesar del carácter fijado de estas expresiones, la función de de parece ser la misma que ya hemos visto: establece una relación de punto de referencia entre ‗la idea de adición, o pluralidad/cantidad‘ y el café, de modo que queda claro que se trata o de cantidades superiores o inferiores de café.

Los últimos dos ejemplos, (421) y (422), por su parte, expresan una relación de precio, en la que no parece irrazonable suponer que se trata de una elipsis del sustantivo que debería especificar la moneda de que se trata. Es interesante, sin embargo, la yuxtaposición de las dos preposiciones de y a en el ejemplo (421), doblón de a cuatro. Aquí, aunque se trata, claramente, de una expresión fijada (igual que las monedas correspondientes a dos y ocho escudos, respectivamente), la combinación de estas preposiciones parece

deberse originalmente a la omisión de algún elemento, en este caso probablemente un sintagma nominal complejo del tipo (los que equivalen) a cuatro escudos).

Antes de poner fin a la presentación de los ejemplos de esta subcategoría, cabe hacer notar que los dos últimos grupos de ejemplos aparecen en su gran mayoría en las obras de los últimos dos siglos, porque suponen un ejemplo más del tipo de relaciones posesivas que parecen ir aumentando de frecuencia con el tiempo, mientras que los dos principales tipos de ejemplos se encuentran repartidos por todas las obras del corpus.