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Correlaciones entre concurrencia léxica y significado

3. H ACIA UNA GENERALIZACIÓN DE LA DESCRIPCIÓN DE LOS NOMBRES DE EMOCIÓN

3.3. Una propuesta de representación de la información lexicográfica más eficaz

3.3.1. Correlaciones entre concurrencia léxica y significado

Actualmente, las entradas lexicográficas del DEC, y también del DICE, describen la concurrencia léxica restringida especificando para cada lexema todos los valores de las FFLL que se le pueden aplicar. Sin embargo, aunque esta tarea se realiza de forma sistemática y rigurosa, no se tienen en cuenta todas las posibles correlaciones entre los valores de las FFLL aplicadas a una UL y los componentes semánticos de la definición de esa misma UL, lo cual resultaría de extrema utilidad, entre otras cuestiones, para verificar que la descomposición semántica se ha llevado a cabo de manera adecuada. En palabras de I. Mel’čuk (1997b:49, 50):

“la décomposition sémantique et les FL d’une même lexie entretiennent des liens très étroits, ce qui renforce notre conviction d’avoir correctement traité aussi bien la décomposition sémantique que les fonctions lexicales. […] à une FL donnée de la lexie L, c’est-á-dire à f (L), il doit correspondre une composante sémantique particulière ‘σ’ dans la définition lexicographique de L”.

Por otra parte, la omisión de la que hablamos genera gran cantidad de información redundante que podría ser eludida. Así, puede observarse que diferentes nombres de emoción presentan el mismo valor para una FL determinada : por ejemplo, Oper1(X) = sentir, siendo X = {admiración, alegría, aprensión, vergüenza, sorpresa, pánico, etc.}. En los cuadros 2, 3, 4 y 5 se muestra la amplitud del fenómeno.

Como ya se ha indicado, una posible solución para evitar esta repetición innecesaria sería la propuesta de generalización basada en la herencia léxica de I. Mel’čuk (vid.

1996:74-79), que ha sido llevada a la práctica por él mismo y L. Wanner probando con un grupo de cuarenta nombres de emoción en alemán caracterizados por once dimensiones semánticas (vid. Mel’čuk y Wanner 1996) y por M. Alonso Ramos (1996) con un grupo de diez nombres en español caracterizados por la dimensión semántica de ‘pérdida de autocontrol’.

Contando pues con estos precedentes, se tratará ahora de aplicar tal propuesta en el campo semántico de los nombres de emoción españoles que hemos analizado. En este apartado, comenzaremos por determinar los límites de la generalización propuesta; en el apartado 3.3.3, explicaremos la forma de presentar en un DEC las FFLL generalizadas.

En líneas generales, puede comprobarse que los lexemas de emoción objeto de este estudio se comportan de manera similar con, al menos, tres verbos colocativos : experimentar, sentir y tener. Esto quiere decir que casi la totalidad de los lexemas analizados admiten su combinación con tales verbos. Este fenómeno permitiría, en principio, formular una generalización en los siguientes términos (véase Mel’čuk y Wanner 1996: 229 para el alemán):

Las definiciones de todos los lexemas de emoción en español contienen un componente común : ‘emoción’, expresado por medio del lexema emoción1; por consiguiente, emoción1 es el lexema genérico del campo semántico de las emociones en español. En consecuencia, para todos los lexemas de emoción, los verbos experimentar, sentir y tener se especificarán una sola vez en la entrada léxica del lexema genérico emoción1, como valores de la FL Oper1. De ahí que todos los lexemas específicos que denoten emociones tendrán que heredar este valor de Oper1 del lexema emoción1.

Como se puede observar a partir del cuadro 2, este tipo de generalizaciones no puede ser verificado de manera exhaustiva; es decir, no existe una correlación única entre los valores de las FFLL aplicados al lexema genérico y los valores de las mismas FFLL que se aplican a sus descendientes concretos. Así pues, podemos comprobar que mientras emoción1 admite

Caus(2)Func1(emoción1) = provocar [ART ∼ en /a N ]

[Es una obra de teatro basado en un tema serio concretizado en una trama sensacionalista que atiende sobre todo a las emociones que puede provocar en el lector o espectador]

nombres como esperanza y respeto no admiten tal combinación conviene matizar, por otra parte, que son los únicos que no pueden concurrir con provocar.

Caus(2)Func1(esperanza) = *provocar [ART ∼ en /a N]

[Se trata de una idea tan novedosa que ha despertado <*provocado> grandes esperanzas en los investigadores]

Caus(2)Func1(respeto) = *provocar [ART ∼ en /a N]

[Aparte del respeto que sus dos amables anfitriones le merecen <*provocan>, en le fondo de su alma también tiene algo de miedo]

En sentido inverso ocurriría lo mismo: nombres específicos del campo de las emociones pueden presentar determinados valores para una FL dada que emoción1, el lexema genérico, no admite. Veamos, pues, los siguientes ejemplos:

Caus2Oper1(miedo) = meter [∼ a N]

[El gran problema es que os estamos metiendo mucho miedo las mujeres a los hombres y por eso ahora salís con que no queréis tener novia, con que no os casáis ni de broma]

IncepOper1(odio) = coger [] [Llegó a cogerle odio, a ella, y a cuanto ella significaba]

FinOper1(vergüenza) = perder [ART ∼]

[Es así como nos desvergonzamos las feas para no perder la vergüenza que tenemos de serlo]

Caus2Oper1(emoción 1) = *meter [∼ a N], despertar, provocar [∼ a /en N]

[Es preciso subrayar que el arte de María Moral va dirigido a despertar o provocar <*meter>

emociones en la gente, pese a su aparente desgarro]

IncepOper1(emoción 1) = *coger [∼]

[Ahora ha vuelto a sentir <*coger> emociones de la infancia57]

57 El ejemplo contiene el verbo sentir, valor de la FL Oper1 debido a que emoción1 no posee valores para IncepOper1.

FinOper1(emoción 1) = *perder [ART ∼], olvidar [ART ∼]

[Sin embargo, su natural escepticismo se sobrepuso y no tardaría en olvidar <*perder> aquellas emociones de la tarde del domingo]

El hecho de que no exista una correspondencia estricta entre los valores de las FFLL de emoción1 y los de sus descendientes concretos se debe a que las colocaciones nombre + verbo responden también a idiosincrasias particulares de las lenguas. Tal idiosincrasia podría observarse tanto desde la perspectiva de los verbos como desde la de los nombres.

Por una parte, si consideramos los verbos en relación con los nombres con los que se combinan, es cierto que algunos verbos pueden combinarse con nombres que presentan un relación sinonímica muy estrecha. Así, asaltar, como valor de la FL IncepOper1, concurre con miedo, pánico y temor. Sin embargo, no puede combinarse con aprensión y, por el contrario, sí lo hace con desesperación.

Desde el punto de vista de los nombres, también es cierto que algunos nombres que pertenecen a una misma subclase semántica presentan una concurrencia verbal similar (ej.:

pánico y miedo). El fenómeno contrario, no obstante, también se da: nombres de una misma subclase tienen una concurrencia diferente (admiración y respeto) y nombres de diferentes subclases semánticas comparten los mismos valores de bastantes FFLL (esperanza y temor).

Dadas las circunstancias, podríamos observar el fenómeno desde los dos extremos:

una clase semántica de lexemas muestra una concurrencia léxica (casi) idéntica o bien las propiedades de los lexemas individuales son completamente idiosincrásicas. Sin embargo, siguiendo la propuesta de I. Mel’čuk y L. Wanner (vid. 1996: 230), optaremos por considerar que en las lenguas naturales abundan los casos intermedios: algunos miembros de una clase semántica presentan casos de concurrencia léxica restringida similar.

Es, pues, precisamente en este nivel intermedio en el que hemos intentado buscar regularidades y simetrías, aun a sabiendas de que se trata de un dominio irregular por definición (ibid.). Para llevarlo a cabo hemos tomado un grupo de lexemas de emoción y un grupo de verbos; en el apartado 3.3.3 explicamos cómo se presentarían las generalizaciones obtenidas.