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SIGNIFICANTE SIGNIFICADO Plano 1

4. ANÁLISIS DEL LENGUAJE DE LUMPÉRICA

En cuanto a la forma de expresión (organización del estilo, ritmo y aspecto visual del texto) y la sustancia de expresión (organización de los morfemas y los sintagmas) que componen la base del significante, según nuestra aplicación del modelo de tetrapartición de Louis Hjelmslev al análisis literarios, las partes textuales deLumpéricacon elementos de escritura más experimentales se encuentran en el capítulo 8 que se titula “Ensayo General”. Este capítulo esta formado por dieciseis fragmentos de textos, uno en cada página. Los primeros textos son cortos y constituídos sólo por una línea y media en la página. Los textos son más largos en la parte final del capítulo, pero en ninguna página cubren toda la página, sino que parecen unos poemas – aunque no son poemas – o unos fragmentos de prosa lírica.

El tema de Lumpérica, el cuerpo torturado, se manifiesta en varias representaciones alegóricas y está presente en todos los tropos de la obra. Vale destacar que un tema literario está siempre presente en la obra literaria: traspasa todos sus elementos estructurales y las escenas de acción. Cada escena lo refleja y el tema está en cada escena. El tema del cuerpo torturado está, por tanto, presente en cada elemento textual, lingüístico y poético y traspasa cada capítulo y también cada acción de los personajes.

Al inicio del capítulo 8, “Ensayo General”, esta temática es introducida al lector como un corte irracional sobre la piel que inicia la sesión violenta de tortura. La irracionalidad del acto es expresada en el quiebre total del sintagma en que se traslucen sólo algunas huellas de una lengua racional. Los tres primeros textos cortos construyen una imagen simbólica de la finura de un corte en la piel: las letras son colocadas en la página blanca en un orden lineal.

De esta imagen emerge una analogía: la comparación de la página u hoja blanca sin escritura con la superficie del cuerpo, la piel. Ambos actos, escribir y cortar una herida, son unos actos ideológicos porque transmiten el derecho de expresar un juicio. Quien tiene el poder de la palabra o el poder de la navaja, entra a un espacio hegemónico de los discursos corporales y de escritura y se convierte en un sujeto activo en vez de objeto pasivo que recibe los actos de los demás. La pluma y la navaja aparecen como símbolos fálicos. Representan la puesta en práctica del poder ideológico. La mano, elemento temático importante, simboliza ese poder, ya que ejecuta el acto.271 EnLumpérica un acto central es torturar, cortar y escribir.

La irracionalidad del acto violento, como si una huella de la escritura o una línea en una hoja blanca e intacta fuera un corte en la piel humana, es metaforizada en las rupturas

271 En las poesía chilena actual encontramos un texto, un poema interesante de Malú Urriola, donde la poetisa usa una simbología parecida en que la mano de la escritora simboliza el poder de ella.

morfológicas y sintácticas de esta obra. En los textos que citamos más adelante encontramos unas oraciones desestructuradas y unas estructuras morfológicas desplazadas o destruidas, la lógica borrada y todo el conjunto del logocentrismo semántico desmitificado y descentrado, una coherencia textual desintegrada y, en fin, estructuras de la lengua española deformadas.

Citamos el primer texto de “Ensayo General”:

Muge/r/apa y su mano se nutre final-mente el verde des-ata y maya se erige y vac/a-nal su forma.272

En este texto deLumpérica encontramos unas huellas frágiles, casi unos pocos pedazos de las palabras que aluden vagamente a los componentes temáticos más básicos de Lumpérica: a mujer, cuerpo, mano, vaca, y el deseo que se erige para formular una voz. Las huellas de tales elementos temáticos están, si nos detenemos a buscarlas. Descubrimos también otros elementos simbólicos: la tercera persona en singular del verbo mugiry la palabra entrecortada vac/a. La palabra vaca, además de ser, en diferentes idiomas, un sobrenombre que alude a la mujer, es siempre una expresión peyorativa. Es también una metáfora central en la narrativa de Diamela Eltit. La palabra vaca aparece claramente en la sexta obra literaria de la autora, novela tituladaVaca sagrada donde la vaca es símbolo de la mujer.

En “Ensayo General” de Lumpérica la parodia entra a las páginas. Es evidente que el verbo mugir alude a la mujer y a su voz y escritura, como forma paródica de decir

“escribir”. Con su matiz cálido y humorístico el verbo parodia el intento y la dificultad de la mujer de formular su voz, su lenguaje, cuando el intento es restringido por tratarse de un ser inferior, un animal. Hay cierta parodia también en la expresión Muge/r/apa, porque la expresión alude al mugir de las vacas y, a la vez, despierta en la mente del lector una impresión de la mujer guapa. La pronunciación de Muge/r/apa es muy próxima a la pronunciación de lamujer guapa.

Al lado de este juego fonético surge otro juego verbal con la expresiónvac/a-nal su forma, porque es próxima al sintagma bacanal su forma. Surge el interrogante: ¿quién o qué es bacanal? ¿Es bacanal la forma de la mujer vaca? Es una imagen paródica, creada por la autora, de la mujer y su lugar en la cultura, lugar equivalente o próximo al estatus de un animal de cuatro patas, alusión que despierta en la mente una imagen erótica y corporal.

Si interpretamos la mano como una parte orgánica del cuerpo que simboliza el poder de escritura y el poder de tortura, puesto que la mano puede ejercer y cumplir una

272 Eltit 1983: 142.

acción que afecta al otro, debemos preguntarnos ¿qué significado otorgamos a la expresión irracional: “y su mano se nutre final-mente el verde des-ata y maya/ se erige”? La mano puede aparecer aquí como una sinéqdoque. La sinécdoque es una forma de metonimia: un tropo que expresa una versión de metáfora en la cual una parte de algo es usada para aludir a un conjunto, o al revés, el conjunto es usado para aludir a una parte.273 (Son conocidas las sinécdoques: la mano derecha = una persona cercana, mi corazón = una persona amada, el pan de la casa = la nutrición o la comida de la familia). Entonces, en el texto analizado, la mano que se erige alude a la mujer, a su deseo fortalezido y a su identidad liberada. A su vez, el color verde, en la expresión “verde des-ata y maya” es una sinestesia, figura retórica que, además de la mezcla de sensaciones auditivas, visuales, gustativas, olfativas y táctiles. Es un tropo que consiste en unir dos imágenes o sensaciones procedentes de diferentes dominios sensoriales, por ejemplo, verde chillón. Se la vincula con la enálage, figura gramatical consistente en cambiar las partes de la oración, y con la metáfora, por lo que a veces recibe el nombre de metáfora sinestésica.

Vale recordar que la sinestesia es un recurso tradicional en la poesía y que hay precedentes del uso de este tropo en la literatura clásica, como por ejemplo en los textos de Virgilio. En España la utilizaron los escritores barrocos. Los poetas franceses la ponen de moda en la lírica, especialmente durante la corriente denominada simbolismo que en España apareció subsumida dentro del llamado modernismo literario. El poeta simbolista francés Arthur Rimbaud creó un soneto dedicado a las vocales, adjudicando a cada una de ellas un color distintivo. Los poetas modernistas como Rubén Darío podían hablar de sonoro marfil.

En este caso, se trata de una sinestesia de primer grado, ya que son impresiones de dos sentidos corporales diferentes. Si se asocia la impresión de un sentido del cuerpo no a otra impresión de un sentido diferente, sino a una emoción, un objeto o una idea, se trata de una sinestesia indirecta y de segundo grado, por ejemplo, amarga melancolía. La poeta argentina Alfonsina Storni habla del dulce daño, cuando se refiere al amor. En la poesía española es Juan Ramón Jiménez quien la emplea con mayor asiduidad y perfección y lo seguían después los poetas del 27. Eltit recoge este recurso tradicional y lo usa en su lenguaje literario, el que combina los sentidos físicos con las emociones internas.

273 “Tropo que consiste en extender, restringir o alterar de algún modo la significación de las palabras, para designar un todo con el nombre de una de sus partes, o viceversa; un género con el de una especie, o al contrario;

una cosa con el de la materia de que está formada.” www.rae.es

La figura retórica de la sinestesía es relativamente común en Lumpérica. En el texto citado es una alusión sensorial que simboliza la vitalidad de la acción que está por surgir, el fulgor y la euforia del acto de creación.

Si ahora interpretamos libremente los fragmentos morfológicos de este texto de Diamela Eltit, visualizamos en este segmento textual una imagen de la mujer en un proceso doloroso de gestación de su voz, una mujer con el cuerpo de la mujer, pero a la vez deforme o al menos incomprensible, una mujer animalizada, una mujer que la autora no quiere dominar describiéndola verbalmente con la lengua dada.274

En el segundo texto del capítulo 8 de “Ensayo General”, a su vez, encontramos la misma mujer animalizada:

Anal’iza la trama = dura de la piel: la mano prende y la fobiad es/garra.275

Encontramos la palabra garra que alude a las garras de un animal o de un pájaro. La interpretamos como expresión paródica de la mano y puede simbolizar las uñas largas de la mujer. En cuanto a la parodía del texto, observamos que el uso de las palabras culturalmente peyorativas es un recurso en la escritura de Diamela Eltit. La autora las usa para su propósito que es convertir el universo semántico, el significado despectivo de estas palabras. Una palabra común al lado de la palabra vaca y la palabra garra es el simbólo famoso en la obra eltitiana, la palabra sudaca. Eltit parodia la palabra sudaca, la coloca en contextos donde no estamos acostumbrados a verla y la usa de tal forma que transforma el universo semántico del término.

274 Encontramos un ejemplo del uso parecido de la lengua en otro libro de DE,Por la patria (1986), que inicia con el siguiente balbuceo: ”ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma/ ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma ma/ am am am am am am am ame ame ame ame dame dame/ dame dame dame dame dame madame madame madame/ dona madona mama mama mama mama mama mamá mamá mamá mamacho […]”. Eltit 1986:1. Al respecto citamos al brillante análisis de Mary Green: ”The disrupting aural and visual effects of these opening lines epitomise the experimental aestheticism of Eltit’s literary project. Its the prime features include the use of alliteration; the ludic repetition of the same word or syllable, or of phonetically similar words or syllables; thecreation of neologisms; non-grammatical usage and the rupture of syntactical conventions. The effect of these is to disrupt any sense of ‘naturalised’ meaning, in this way rejecting the notion of language as referential vehicle. In this specific example, the juxtaposition of such contrasting, culturally coded words as ‘madame’ and ‘madona’ (lines 4-5) serves to dismiss any essential meaning inherent in the term

‘mother’, denaturalising this term in order to show it to be a social, discursive construction. While the discourse of the military was characterised by closing off the flow of meaning, Eltit’s literary experimentalism works precisely to open up the flow of meaning. […]”. Green 2000:

http://www.cf.ac.uk/euros/newreadings/volume6/greenm.html#1

275 Eltit 1983: 143.

La mujer animal está llevando a cabo el acto de gestar un texto, si interpretamos literalmente la expresión “Anal’iza la trama = dura de la piel: la mano prende y la fobia d/

es/garra”. La expresión manifiesta un proceso arduo y duro y destaca el reto que plantea una hoja blanca (“la piel”) para la escritora. A la vez, representa la mano de la mujer que inicia la labor (“la mano prende”). Los temores se resumen en una palabra, “la fobia”. El juego de las palabras de “d/es/garra”, de desgarra y garra, que encontramos en este texto cortísimo, despliega varias connotaciones semánticas. Podemos comprender la función de esta parte del texto como algo que alude a un proceso desgarrador o al nacimiento doloroso del texto. El tercer texto aparente irracional del capítulo 8 de Lumpérica es el siguiente:

Muge/r’onda corp-oral Brahma su ma la mano que la denuncia &

brama.276

Aquí nos topamos de nuevo con esta mujer alegórica de Lumpérica que empieza ya a tener más figura ante nuestros ojos. Ahora es una mujer diferente, una mujer redonda y corporal, una mujer oral, quien muge: la misma mujer animal que ya vimos, pero ahora más fuerte que en el primer texto del capítulo: ahora es una mujer en celo y en brama, una mujer sospechosa por su mala mano, (aunque quizás el nombre de la diosa india Brahma pueda ser simplemente un juego gráfico o una alusión a una mujer diosa).

Descubrimos en estas oraciones un rasgo típico en la escritura de Eltit. La connotada investigadora polaca y profesora en Washington University, en Saint Louis, Estados Unidos, Elzbieta Sklodowska, lo resume, a nuestro juicio, de una manera ilustre.

Citamos:

La tradición realista es reducida en estas novelas a una forma verdaderamente arqueológica:

fragmentos, ecos, destellos. El principio de la mimesis está sometido, pues, a una deserción, disolución, desintegración, a un deshacer (unmaking) [...], ni siquiera conservan una cierta coherencia o predecibilidad del discurso.277

A partir del cuarto y el quinto texto que siguen a los citados en las páginas siguientes de Lumpérica la historia empieza a configurarse de una forma más clara. Estos textos son totalmente diferentes y exponen, de un modo explícito, la alegoría constituida por la analogía entre el cuerpo humano torturado y el cuerpo formado por de palabras. En la medida que la estructura lingüística empieza a reconstituirse, poco a poco, después de los

276 Ibid. 144.

277 Sklodowska 1991: 156.

primeros textos que nos sirven de ejemplos de cómo puede ser un arte de palabra que llamamos el arte de alusión, también la imagen de la escena literaria de este capítulo se visualiza mejor al lector. El texto es ahora lineal y mantiene la normatividad morfológica.

Para más claridad citamos el cuarto y el quinto texto:

Horizontal sentido acusa la primera línea o corte del brazo iz-quierdo.

Es solamente marca, signo o escritura que va a separar la mano que se libera mediante la línea que la antecede. Este es el corte con la mano.

En cambio – hacia arriba – se vuelve barro, barrosa, barroca la epidermis.278

El segundo corte del brazo izquierdo es manifiestamente más

débil. La hoja se ha hundido en la piel en la manera más superficial. Este segundo corte está regido por el primero del brazo izquierdo.

La distancia que separa los dos cortes es la superficie de la piel que aparece y erige siguiendo rigurosamente la forma propia de la muñeca.279

Los paragramas y las paragrafias que encontramos en los tres primeros textos han desaparecido. Los paragramas son un juego verbal de cambio de letras en una palabra o en un sintagma. La paragrafía es más que nada una distorsión gráfica.280 Así lo demuestran las expresiones “Muge/r’onda” y “corp-oral”. En la novela, entonces, los términos “mujer”,

“mugir” y “redonda” han sufrido un cambio morfológico y gráfico.

Los paragramas y las paragrafías son un recurso típico en las tendencias de la literatura experimental. Son un método que cambia el lazo de articulación normativa entre el signo y el significado. Los paragramas y las paragrafías son recursos literarios que podemos encontrar en los autores clásicos y modernos, pero el auge de este tipo de innovaciones técnicas era notorio en las tendencias literarias de los dadaistas y los surrealistas. Son conocidos también los caligramas de Guillaume Apollinaire. No encontramos caligramas en

278 Eltit 1983: 145.

279 Ibid. 146.

280 Al lado del fenómeno verbal de los paragramas se ha estudiado otro fenómeno parecido, los anagramas. No hemos encontrado anagramas en Lumpérica. El anagrama es la formación de palabras y frases nuevas cambiando el orden de las letras. En su época, Saussure esribió un artículo sobre el fenómeno de los anagramas.

Los teóricos franceses, entre ellos Julia Kristeva y Jacques Derrida, quienes se dedicaron, entre otras cosas, a estudiar las nuevas formas de la literatura vanguardista, en las décadas de los 60 y 70, desarrollaron investigaciones del significado de los anagramas en la literatura.